A tu paso por mi corazón
¡dejaste un pálido reflejo!,
que indiferente vacilaba,
mientras latía en la evidencia.
En el amor hay tanta belleza,
¡que en su certera conjunción!,
como en las noches estrelladas,
se abren las puertas del cielo.
Contigo sueña mi corazón,
¡habrá amores legendarios!,
pero solo tus labios aspiro,
besar en paz por un instante.
Somos tan sabios y tan necios,
¡que cuando lo tenemos al lado!,
no lo cultivamos día a día
y el amor se va como un extraño.
¡Ahora que ya te perdí!,
camino absorto en tu reflejo,
el desconcierto se avecina
y mi mundo se derrumba.
Ante el inasible firmamento,
¡puse mi grito en las estrellas!,
y su eco pareció tu voz hermosa,
la misma que un día fue mi sueño.
Copyright © Ricardo Miñana 2011