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Tus líneas seductoras provocan mis instintos y el deseo trasciende donde el glamour ambiciona con codicia. Confieso sin complejos que tu onda de hermosura dulcifica el ambiente emancipando las virtudes que estimulan mis sentidos. Revolucionas mis ansias que sienten la debilidad de compartir mis sueños con tus curvas abrumadoras y el aliento de mis besos. Tu reflejo acaricia mi alma como anhelo que se avecina que hierve en mi cuerpo y al morder tus labios ¡explosión de las flores!. Tus aromas albergan lo más exótico del amor ¡flor de mis sueños! ¡empápame tus delicias! en tu piel suspira mi verso. ¡Es el delirio en tus caderas! moviéndolas con destreza y entre melodías de suspiros ¡nace el grito del amor! que abre la puerta del cielo. Ricardo Miñana © 2012

La belleza que transmite
tu emblemático caminar
desborda las sensaciones,
el movimiento dinámico
y elegante de tus caderas
levantan suspiros de amor,
y el oleaje que difunde
tu cuerpo en movimiento,
desata tantas tentaciones
que agitan el ansia de amar.
El poderío de tu cuerpo
potencia los sentidos
acariciando mi silencio,
tu mirada es la chispa
y tu sonrisa la alianza,
que confisca mis deseos
ante tu figura majestuosa,
elevándolos a un nivel
de excitación tan grande,
que el deseo se acumula
y ante el vuelo de tus besos,
vierto mis mejores versos
en las vertientes de tu piel.
Liberando nuestras virtudes
se abren los pétalos de tu rosa,
tus manos, tu boca, tu encanto,
mantienen mi aliento en vilo
ante el delicioso placer
que nace de tus movimientos,
producto de tus secretos
que mecen sublime momento
con imaginación y creatividad,
explorando las complejidades
que brinda sutilmente el amor.
Enlazados al inmenso placer
al íntimo gobierno de la piel,
surcaba el cielo en tus brazos
volando por las emociones,
y los secretos compartidos
delirio de tus pétalos abiertos,
bañados por las sensaciones
más intensas de la excitación,
hasta culminar el éxtasis
entre el bullicio lujurioso
y las olas de tu mar enardecido.
Ricardo Miñana © 2012